SANTO DOMINGO.- Los Leds cambiaron al mundo del entretenimiento, con sus muy diversos y abarcadores aportes a la televisión y el espectáculo, pero sus alcances se extienden en múltiples dimensiones y prometen cambiar el mundo o, al menos, la forma en que la humanidad se relaciona con su hábitat.
Aunque las luces LED hacen que los grandes espectáculos sean mucho más entretenidos o hacen que ver una pantalla sea toda una delicia para la vista, tienen una aplicación que podría salvar el mundo”, según un artículo publicado en el portal especializado en tecnología gizmologia.com, bajo la firma de JJ Torres.
El jurado que en Estocolmo escoge a los ganadores de los premios Nobel le dio razón a este articulista cuando reservó el de física para los japoneses Isamu Akasaki e Hiroshi Amano y el nipón-estadounidense Shuji Nakamura, responsables de la invención de los diodos emisores de luz azul.
La justificación de la premiación fue que su descubrimiento detonó el desarrollo de la tecnología de LED que se emplea en la iluminación de las pantallas de computadoras y teléfonos inteligentes.
Prácticamente todas las pantallas modernas usan LEDs, ya sea para retroiluminación en el caso de las pantallas LCD, o como mosaico de subpixeles en las pantallas OLED, resalta Torres. También están en bombillas, relojes, linternas, y en casi cualquier objeto electrónico que tenga una luz, agrega.
A diferencia de las bombillas incandescentes normales que aprovechan la resistencia que un filamento ofrece a una carga para liberar energía en forma de luz, los LED usan un tipo de material muy específico, que es capaz de liberar fotones al ser estimulado por la electricidad, también detalla.
Para ello se requiere materiales semiconductores, muy similares a los que conforman los circuitos integrados, y bastante más costosos que los filamentos de tungsteno que forman las bombillas tradicionales, es por eso que pese a ser una tecnología más eficiente los LEDs siguen sin saturar el mercado.
Pero deja claro que las bombillas LED además de ser mucho más complejas en su arquitectura que las bombillas incandescentes, también son más eficientes en el modo en que aprovechan la energía eléctrica. Otro punto a favor es sus ciclos de vida pueden ser de hasta 10 años, una cantidad de tiempo realmente increíble si se les compara con bombillas tradicionales.
De este modo, no solo se requiere de mucho menos material para tener una bombilla funcionando por años, sino que a gran escala la reducción de consumo energético y energía proveniente de combustibles fósiles sería abismal.
“En resumen, los LED no solo han cambiado el modo en que nos entretenemos, sino que también están ayudando a hacer un uso mucho más eficiente de nuestros recursos globales, por lo que con algo de suerte será una tecnología que termine por salvar el mundo, además de cambiarlo”.