SANTO DOMINGO (RD).-La joven Yelidá Blanco García, graduada Summa cum laude de Licenciada en Ciencias Económicas, deploró que República Dominicana tan sólo invierta el 1.59% de su gasto público en la educación superior y atribuyó a esa baja inversión la la deficiencia del sistema de formación.
“Un país no puede alcanzar el desarrollo y romper con la desigualdad con niveles de inversión tan bajos en educación superior”, aseguró Blanco.
“Es por ello que estamos llamados a exigir una mayor inversión en la educación universitaria acompañada de una administración eficiente y transparente de los recursos”, indicó.
Blanco García alcanzó un índice de 97.1, el más alto en el grupo de 1,599 nuevos graduados por la UASD al cumplir su 478 aniversario. Como premio, la UASD le dejó abierta la posibilidad de cursar una maestría sin ningún costo.
A continuación sus palabras:
Distinguidas autoridades que integran la mesa de honor, encabezada por el rector, doctor Iván Grullón Fernández.
Pasadas y presentes autoridades, profesores, estudiantes empleados, representantes de los medios de comunicación, compañeros graduandos, familiares, amigos.
Señoras, señores:
Agradecemos que compartan con nosotros esta ocasión tan especial.
Es un honor para mí poder representar a mis compañeros y compañeras en este día que viste de fiesta no sólo a nuestra alma mater, sino a toda la sociedad. En primer lugar, gracias a Dios por permitirnos estar aquí, por hacer que el universo conspire siempre a nuestro favor, y teniendo en cuenta que a nivel mundial sólo el 5.57% de la población en edad universitaria, terminó la universidad, y que en nuestro país tan sólo somos el 1.3%.
Hoy culmina una etapa en nuestras vidas, una etapa que recordaremos con sentimientos encontrados pues aquí fue el lugar donde por primera vez nos sentimos adultos, capaces de tomar nuestras propias decisiones y asumir las consecuencias de ellas. La universidad nos enseñó a manejar situaciones de estrés, a asumir la responsabilidad de un grupo, a preocuparnos por ese compañero que se estaba quedando atrás, a empujarnos mutuamente, y a no desalentarnos por no obtener una calificación deseada, a entender que el éxito se mide por la cantidad de veces que nos dijeron no, y nosotros vimos una oportunidad para avanzar y alcanzar la meta.
Agradecemos a la Universidad Autónoma de Santo Domingo por darnos la oportunidad de no sólo educarnos académicamente y poder lograr la meta que hoy estamos alcanzando, sino que también nos ayudó a ponernos en contacto con un elemento esencial para poder lograr el éxito profesional y personal: una educación integral y holística donde cada uno de nosotros iniciamos el difícil proceso de buscarle sentido a nuestras vidas, a encontrar nuestro lugar en la sociedad, a entender que a la universidad no sólo sirve para buscar ese pliego de papel tan codiciado, sino que también nos enseña a respetar, tolerar, ser empáticos, apreciar, a ser responsable socialmente, en fin, la universidad de la vida, como muchos la llamamos.
Hoy es un día lleno de júbilo, porque la sociedad ha dado sus frutos. Es nuestro compromiso devolver algo de lo que se nos ha dado. Nosotros somos el futuro de nuestro país, y debido a la responsabilidad que se nos confiere, debemos recordar en cada día de nuestras vida, que no sólo es dar lo mejor académica y profesionalmente, sino que debemos hacerlo con amor y siempre ponernos al servicio de las necesidades de los demás; que la bondad, la dignidad, la honestidad, la integridad, la cooperación sean partes inherentes al accionar de cada uno de nosotros y que seamos capaces de transmitirlo a las generaciones futuras.
Como expresó nuestro Padre fundador de la Patria Juan Pablo Duarte Díez: “debemos procurar conservarnos buenos, conservar nuestros corazones y cabezas”.
Tener el honor de representar a cada uno de ustedes, no es una responsabilidad fácil. Siempre está el que adjudica totalmente los logros académicos a la inteligencia. Sin embargo, cada uno de nosotros sabemos que la inteligencia es importante, pero está sobrevalorada. Hoy me atrevo a decirles, que el éxito académico, profesional y personal se basa en la colaboración, la responsabilidad, la constancia, el compromiso y sobretodo en la disciplina y el amor.
Albert Einstein dijo una vez: “El mundo no está en peligro por las malas personas sino por aquellas que permiten la maldad”. Nosotros tenemos la responsabilidad de alzar nuestras voces ante las injusticias, a no ser parte del sistema que nos confunde con antivalores, sino que utilicemos nuestros conocimientos como herramienta para alcanzar la paz y la justicia.
Instamos a todos los jóvenes a participar y ser entes de cambio en sus comunidades, a involucrarse en los espacios de toma de decisiones y sobre todo a que sepan elegir a quienes nos representan. Agradecemos a cada uno de los profesores que nos enseñaron que el conocimiento es libertad, que aprender no es repetir sino construir ideas.
Gracias por enseñarnos a que siempre hay algo que criticar, que opinar, gracias por exigirnos eso…
En este sentido, un país no puede alcanzar el desarrollo y romper con la desigualdad con niveles de inversión tan bajos en educación superior. La República Dominicana tan sólo invierte el 1.59% de su gasto público en educación superior, siendo esta la más importante porque en ella es donde se reproduce el sistema educativo deficiente que hoy tenemos.
Es por ello que estamos llamados a exigir una mayor inversión en la educación universitaria acompañada de una administración eficiente y transparente de los recursos.
Por último, les damos las gracias a nuestros familiares y amigos, por servirnos de motivación y ejemplo.
Agradezco en especial a mi madre, Yelidá García Fermín, por inculcarme valores tan importantes como la honestidad, la generosidad, y el trabajo arduo, a entender que las tareas, por más simples que sean, se hacen bien y con amor o no se hacen, a dar esa milla extra que a veces nos cuesta, a ser autoexigente, y, sobre todo, a comprender que somos nosotros la única persona con quien debemos competir, que somos nosotros la única persona a quien debemos superar.
Hoy culminamos una etapa, pero iniciamos otra. Que este éxito académico y profesional que hemos alcanzado esté en armonía con nuestro éxito personal y con el bienestar generalizado de la República Dominicana.
Muchas gracias.