Diálogo de oficina:
Acabo de resolver lo de tu postre, me dijo una compañera de trabajo.
– Ah, dámelo ahora. – ¡Pero no has almorzado!
-¿Acaso no has leído lo que dice Cortázar? ¿Que la gente que come postre después del almuerzo es la misma que necesita exprimir la pasta de dientes desde abajo? No soy de esas, dame mi postre.
Confesión
Soy peor que esa gente. Soy de las que exprime el tubo por el medio, pero cuando termino lo aliso para que quede exactamente como vino de la tienda, y cada mañana me irrito un mundo cuando la encuentro exprimida por el medio, (que es exactamente lo que hace mi hijo cada día), tremendo desbarajuste. Soy una hipócrita de la pasta de dientes estrujada por el medio.
Crisis
Hace años que esa frase de Rayuela me irrita. Realmente dice de esta forma (y no tiene nada que ver con el postre, sino con las dictaduras de la razón):
«…y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo del dentífrico».
Pero lo que realmente me ha hecho entrar en crisis fue encontrar esta otra frase en El Perseguidor:
«El tubo del dentífrico por la mañana, a eso le llaman Dios».
Quiero llorar porque para mí la pasta de dientes es Dios, efectivamente, y porque Cortázar nunca se casaría conmigo. Ni yo con él. Es evidente que no alisaba el tubo dentrífico después de usarlo (como hago yo) y estas son diferencias irreconciliables.
Cortázar. Mi amor.
#nuncaporelmediosiemprepordebajo
#diferenciasirreconciliables
Video ilustrado de mi crisis: