Nos consta que en todo el mundo prácticas como la generación de energía por medio de carbón (hola Punta Catalina) y las corridas de toros han sido criticadas con sobrada razón. Nótese que aquí no se sacrifican los toros, pero esta inversión en una provincia con problemas de infraestructura es muy, pero muy cuestionable.
No, en el país de las maravillas no solo se justifica la inversión de 80 MILLONES de pesos en una “plaza de toros” en una de las provincias con más precariedades de la Isla (dinero que se puede invertir de manera mucho más eficiente en programas de capacitación, escuelas, hospitales o una universidad por la que mucho se han quejado).
No, es más importante incentivar el “turismo de toros” (que ni en la misma España está siendo rentable) para que muy probablemente los funcionarios a cargo de esta pieza se enriquezcan sobrevaluando la obra como es ley y costumbre en el país.
No estoy de acuerdo con usar dinero de mis impuestos para financiar obras que no son prioridad.
Este país no tiene sentido de prioridad.
(Nota: al escribir este post no conocía el hecho de que no se sacrificaban los toros en El Seibo, pero indistintamente del manejo ético de esta costumbre, no es defendible invertir en una plaza de toros cuando hay obras más importantes que deberían ser creadas.)
