Cinco cosas para considerar sobre inteligencia artificial, según Unesco

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Foto de Possessed Photography /Unsplash

INTERNACIONALES.- La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) plantea que las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, juegan un papel importante en la vida de millones de personas, razón por la que es necesario evaluar las consecuencias, el impacto que tiene en el cambio de las sociedades y los desafíos que representa para los seres humanos.

La publicación realizada en el portal de la institución bajo el titulo Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial (unesco.org), indica que estas innovaciones no solo ofrecen múltiples ventajas, sino que también generan riegos y retos derivados de su uso malicioso.

De este modo, la UNESCO recomienda la implementación de políticas y marcos normativos nacionales e internacionales para asegurar que estas tecnologías emergentes beneficien a la humanidad en su conjunto.

Considerando lo anterior, la organización resalta, además, los siguientes cinco puntos para considerar sobre la IA

1- Su valor para enfrentar la pandemia

Dentro de sus beneficios, la Unesco asegura que la IA contribuye a frenar el impacto económico de la crisis a través de las plataformas digitales. Indica que también ayuda a los investigadores a procesar grandes cantidades de datos en la carrera por encontrar una vacuna o un tratamiento. La IA ha participado para contener la propagación del virus a través de tecnologías de prueba, rastreo y seguimiento. Sin embargo, a medida que la gente está dando acceso a sus datos, el uso de la IA durante esta pandemia ha reabierto las preocupaciones sobre la privacidad, la protección de los datos y el uso de los datos más allá de las necesidades de rastreo del virus. 

2- Puede ensanchar la desigualdad

El organismo de Naciones Unidas precisa que se espera que la IA genere casi cuatro billones de dólares de valor añadido este 2022. Para 2030, se espera que los beneficios económicos sean mayores en China y América del Norte y que representen el 70% del impacto económico mundial de la IA. La IA tiene una dinámica de «el ganador se lo lleva todo» que necesita ser regulada: la concentración de la IA en manos de pocos países de altos ingresos probablemente dejará a los países en desarrollo muy atrás. Estos últimos no se beneficiarán, o lo harán muy poco, de las tecnologías de la IA y carecerán de propiedad sobre dichas tecnologías. 

3- Tiende a ampliar la brecha de género

Solo el 22% de los profesionales que se dedican a la IA son mujeres, destaca el artículo.  Sostiene que, debido a que están subrepresentados en la industria, los prejuicios y estereotipos de género se están reproduciendo en las tecnologías de la IA. «No es una coincidencia que las asistentes personales virtuales como Siri, Alexa o Cortana sean ´femeninas´ por defecto. El servilismo y a veces la sumisión que expresan son un ejemplo de cómo la IA puede (seguir) reforzando y difundiendo los prejuicios de género en nuestras sociedades».   

4- Puede ser poderosa contra el cambio climático

A medida que el planeta continúa calentándose, los impactos del cambio climático están empeorando, recuerda la Unesco. Mediante la recopilación y el análisis de datos, los modelos impulsados por la IA podrían, por ejemplo, ayudar a mejorar la gestión de los ecosistemas y la restauración del hábitat, esencial para menguar la disminución de las poblaciones de peces y fauna silvestre. Dicho esto, la extracción de datos consume casi el diez por ciento de la energía a nivel mundial. Por lo tanto, también es esencial abordar el alto consumo de energía de la IA y el consiguiente impacto en la emisión de carbono.  

5- No debe ser una zona sin ley

La IA ya está en nuestras vidas, dirigiendo nuestras elecciones, a menudo en formas que pueden ser perjudiciales. Hay algunos vacíos legislativos alrededor de la industria que deben ser tratados rápidamente. El primer paso es convenir exactamente qué valores deben ser consagrados, y qué normas deben ser aplicadas. Existen muchos marcos y directrices, pero se aplican de manera desigual, y ninguno es realmente mundial. La IA es mundial, por lo que necesitamos un instrumento mundial para regularla.

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