el 25% de las adolescentes que abandonaron la escuela en RD lo hicieron porque quedaron embarazadas
SANTO DOMINGO (RD).- Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sostiene que la modalidad de tanda extendida en el sistema escolar público en República Dominicana contribuye a la reducción de los embarazos en adolescentes.
Tras analizar el alcance de dicho programa, los investigadores establecieron que, en aquellos municipios con una mayor exposición a la jornada escolar extendida (JEE), las mujeres adolescentes son menos propensas a dar a luz, lo que representa un impacto positivo en sus oportunidades de desarrollo.
Encontramos que luego de alcanzar una cobertura de JJE de al menos 50% de la matrícula secundaria, la tasa de fecundidad en adolescentes desciende de forma casi continua: durante los dos años siguientes al evento, la probabilidad de que una mujer adolescente sea madre cae en promedio entre tres y cuatro puntos porcentuales, indica el informe. Este efecto negativo alcanza casi ocho puntos porcentuales cuatro años después.
El estudio fue realizado por un equipo de la organización integrado por el investigador y maestro Santiago Garganta, la doctora en Derecho María Florencia y el economista Pinto Joaquín Zentner.
«Con este estudio, contribuimos a esta literatura al analizar su impacto sobre las conductas de riesgo entre los jóvenes, en especial sobre la prevalencia de los embarazos adolescentes», expone una nota de los autores.
El objeto de estudio del BID fue la extensión del horario de las clases en el sistema educativo dominicano, que pasó de cuatro a ocho horas diarias, una modalidad popularizada como tanda extendida.
El programa de Jornada Escolar Extendida (JEE) se llevó a cabo de manera oficial en 2013 (luego de una prueba piloto aplicada en 2011 y 2012) y a partir de entonces se ha ido ampliando de manera gradual en todo el país.
Esta iniciativa surgió con el objetivo de mejorar el rendimiento académico de los estudiantes y reforzar el papel de las escuelas como espacios de protección social para niños y jóvenes vulnerables.
El respecto, el informe del BID explica que existe un canal puramente mecánico a través del cual la ampliación de la jornada escolar puede incidir a la baja en el embarazo precoz, ya que las estudiantes pasan más tiempo bajo la supervisión de adultos responsables y, en consecuencia, tienen menos horas para adoptar comportamientos de riesgo como tener relaciones sexuales sin protección.
Se observa también que las decisiones de fecundidad y matrimoniales de las adolescentes pueden estar influidas por su exposición a conductas sexuales de riesgo y de matrimonio precoz entre sus pares.
Esto quiere decir que muchas veces las acciones de una joven para quedar embarazada y para casarse están condicionadas por conductas que ve y escucha en su entorno más próximo.
El tema reviste alta relevancia, debido a que, según las estimaciones de la Encuesta de Demografía y Salud de 2013, el 25% de las adolescentes (de 15 a 19 años) que abandonaron la escuela en República Dominicana lo hicieron porque quedaron embarazadas.
Consecuencias y riesgos del embarazo en niñas y adolescentes
En cuanto al impacto negativo del embarazo en menores de edad, se describe que es un gran obstáculo para las oportunidades educativas y laborales de las mujeres, precisamente porque estas alcanzan menores logros educativos y menor participación en el mercado laboral (o retraso en la inserción laboral).
Obtienen, también, acceso a empleos de menor calidad, con bajos salarios y beneficios.
El equipo de investigadores señala que las consecuencias del embarazo precoz afectan incluso a las generaciones futuras, en la medida en que los hijos de madres adolescentes son más propensos a tener bajo peso al nacer, presentan mayores tasas de mortalidad infantil y tienden a mostrar un menor nivel socioeconómico y comportamientos de riesgo en su adultez.