SANTO DOMINGO (RD).-Gloria Milagros Mercedes Hernández, la joven que obtuvo el título de Licenciada en Derecho Magna Cum Laude, en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), deploró en su discurso las dificultades que presenta la academia estatal a sus alumnos, entre los que citó la poca disponibilidad de secciones.
“Y más cuando llegaban esos momentos de selección de asignaturas con pocas secciones y horarios no flexibles, cuando se tenían que entregar trabajos difíciles en un plazo muy corto de tiempo, pasarse días sin dormir estudiando, tomar `exámenes piedra` y kilométricos, dar clases con profesores un tanto complicados, aguantar los días de suspensión y huelga, en fin, cualquier descripción, metáfora o analogía se queda corta para describir cada lucha personal que cada persona ha tenido que vivir para llegar hasta este punto”.
Sostuvo que la UASD se ve perjudicada por problemas institucionales, estructurales y económicos.
Mercedes Hernández, con un índice de 95.2, se distinguió entre los 1,391 graduandos. En el acto de investidura, encabezado por la rectora de la UASD, Emma Polanco, 231 estudiantes alcanzaron lauros académicos.
Nacida el 13 de diciembre de 1997 en el Distrito Nacional, Gloria Milagros, hija del matrimonio del abogado Norberto A. Mercedes Rodríguez y la odontóloga Milagros Hernández, también ostenta la nacionalidad española.
La joven es la menor de cinco hermanos y confiesa que se dedicará a las ramas del Derecho en lo Civil, Inmobiliario, Corporativo y Negocios Internacionales. También quiere ejercer en materia de Derecho Laboral.
Mercedes Hernández cursó la primaria en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús entre 1999 y 2010 y el bachillerato en el Centro de Excelencia Profesora Liduvina Cornelio (CEM).
Se destacó en diversas actividades, incluyendos los modelos de Naciones Unidas (ONU).
En 2013 participó en el programa Lorenzo de Zavala, del Instituto Nacional Hispano (HNI), representando a República Dominicana en la Universidad de Rochester, Nueva York. Allí fue galardonada como la más destacada por su participación en el simulacro de una Corte Suprema de Justicia.
En 2014 se gradúo como Bachiller Modalidad General con índice académico de 97.3 y también en el Instituto Cultural Domínico-Americano (ICDA).
Cuenta que escogió la carrera de Derecho, “por el rol fundamental que cumple en nuestra sociedad” para alcanzar la justicia y el bien común.
Otra razón que la inspiró a estudiar Derecho fue seguir el ejemplo de su padre, por su una trayectoria profesional que valora “por su honestidad e integridad a la hora de servir y abogar por los derechos de los demás”.
A continuación su discurso:
Investidura Ordinaria de Grado
25 de febrero de 2019
Honorable señora Rectora Magnífica, doctora Emma Polanco Melo.
Honorables miembros del Consejo Universitario.
Distinguidas autoridades que los acompañan en la Mesa de Honor.
Profesores, empleados, graduandos, familiares, amigos y representantes de los medios de comunicación que nos honran con su presencia.
Les extiendo mis más cordiales saludos.
Es un gran honor para mí el dirigirme a ustedes en este acto solemne en representación de todos los graduandos.
Quiero iniciar mi intervención citando la frase de Walt Disney: “Todos tus sueños pueden hacerse realidad, si tienes el coraje de perseguirlos”.
En este día maravilloso todos nosotros nos hacemos acreedores de un título, gracias al trabajo duro y a que nunca renunciamos a nuestros sueños, incluso cuando nadie creía que pudieran hacerse realidad excepto nosotros mismos.
Estas fueron las auténticas herramientas que nos mantuvieron concentrados en esta trayectoria, y las que nos dieron la determinación, visión y dedicación suficiente para lograr nuestro objetivo final, alcanzar nuestra titulación de grado.
He aprendido que el éxito no se mide por lo que logras, sino por los obstáculos que superas, y de los mayores sacrificios y dificultades vienen las grandes victorias.
Estoy segura que todos los que han pasado por algo similar podrán identificarse con estas palabras cuando digo que estudiar y acabar una carrera universitaria en la UASD es más complejo de lo que la gente piensa o se imagina.
Y más cuando llegaban esos momentos de selección de asignaturas con pocas secciones y horarios no flexibles, cuando se tenían que entregar trabajos difíciles en un plazo muy corto de tiempo, pasarse días sin dormir estudiando, tomar exámenes piedra y kilométricos, dar clases con profesores un tanto complicados, aguantar los días de suspensión y huelga, en fin, cualquier descripción, metáfora o analogía se queda corta para describir cada lucha personal que cada persona ha tenido que vivir para llegar hasta este punto.
Sin embargo, me atrevo afirmar sin temor a equivocarme que, toda esta travesía llena de tropiezos, altibajos y de momentos duros ha valido la pena y, que de volver a nuestros inicios muchos volverían a matricularse en la UASD, pues los desafíos son los que hacen la vida interesante, y superarlos es lo que hace la vida significativa. Si no aprendiéramos de los errores y sufriéramos un poco para conseguir las cosas, no las valoraríamos.
Como bien es sabido, la Autónoma de Santo Domingo es una universidad que avanza cada día hacia la excelencia por la vía de la calidad, pero muchas veces su alto grado de calidad se ve perjudicado por problemas institucionales, estructurales y económicos.
Es por ello, que exhortamos a las autoridades universitarias a que continúen desarrollando la mejor gestión posible, velando en primer término por el bienestar estudiantil y el de los profesores.
Además, sus esfuerzos deben de ir dirigidos a posicionar a la Primada de América por los caminos de las mejores prácticas, para que la misma se renueve, se adapte a los nuevos tiempos y busque elevar sus indicadores académicos, perfeccionando sus servicios educativos y hacer más atractiva su oferta académica.
A partir de este instante, cerramos un capítulo crucial en nuestras vidas y abrimos otro; sigamos logrando y cultivando nuevos éxitos para nosotros, para el orgullo de nuestros seres queridos y para el bienestar del país, el cual espera que cada uno de nosotros sea capaz de desplegar una vida con propósitos claros y elevados, que contribuyan con su trabajo honesto a la construcción de una nación cada día más próspera.
En otro tenor de ideas, es menester que señalemos que, para colocar a República Dominicana en el camino del desarrollo, nuestro Estado debe invertir y promover políticas efectivas de empleo para que profesionales como nosotros que se insertan al mercado laboral puedan aprovechar sus habilidades y conocimientos para continuar con su formación profesional y personal, y no vean desvanecer sus sueños y aspiraciones por la falta de oportunidades.
Ahora bien, queremos destinar estas palabras para agradecer a Dios Todopoderoso por habernos permitido lograr esta tan anhelada meta de ser profesionales y entes productivos para el país.
A nuestra alma mater por abrirnos las puertas al mundo de la educación superior y proporcionarnos los invaluables conocimientos que ofrece esta alta casa de estudios. Así como también, por enseñarnos lecciones de vida imprescindibles y fortalecer nuestro carácter.
A nuestros padres, familiares y amigos, por su constante acompañamiento durante estos años de preparación académica, brindándonos su apoyo incondicional, su solidaridad y, sobre todo, su inmenso amor. Gracias por ayudarnos a convertirnos en las personas que somos hoy en día.
Al cuerpo de profesores de la universidad, gracias por su entrega, dedicación y su ardua labor como docentes. Gracias por permitirnos disfrutar de los frutos del saber a través de sus enseñanzas, por sus tantas motivaciones y por ser grandes modelos a seguir.
A nuestros compañeros y colegas, por compartir junto a nosotros momentos inolvidables y hacer más afable la vida universitaria. En particular, quiero agradecer a mi brillante generación de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, por ser dignos ejemplos de la amistad verdadera y sincera.
Y gracias a todas aquellas personas que ya no se encuentran con nosotros, pero que donde quiera que estén sabemos con certeza que están sumamente orgullosos de nosotros.
Felicidades a todos los graduandos. Recuerden que todas las cosas son posibles para aquellos que creen y, tal como expresa Eleanor Roosevelt: “El futuro les pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños”.
Muchas Gracias y que Dios les bendiga a todos.
¿Cómo reaccionas a esta información?
