Cómo sobrevivir al estrés académico en la universidad

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Foto: Yosi Prihantoro / Unsplash
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Por Juana Columna

SANTO DOMINGO (RD).- El estrés universitario es una realidad a la que se enfrenta la mayoría de los estudiantes, solo que en casos extremos llega a comprometer la salud física y mental y, por supuesto, el rendimiento académico. De hecho, la mayoría de quienes cursan una carrera de educación superior reporta altos niveles de estrés durante su período de estudios, según diversas encuestas.

Este trastorno emocional ha sido tema de estudio por mucho tiempo. El término «estrés» ha evolucionado desde sus orígenes en la Física del siglo XVII hasta influir en campos como la Fisiología, Psicología y Sociología. Figuras como Hans Selye y Walter Bradford Cannon han contribuido significativamente a su definición y comprensión, estableciendo sus raíces tanto en estímulos físicos como en demandas sociales del entorno.

Estrés académico: desafíos y realidades

El estrés académico, cada vez más prevalente en la vida universitaria, se manifiesta como resultado de las demandas educativas. El médico e investigador Alberto Orlandini, autor del libro “El estrés, qué es y cómo evitarlo”, destaca que abarca una amplia gama de situaciones que afectan el desempeño académico y emocional de los estudiantes.

La sobrecarga de tareas, la presión por los exámenes y la gestión del tiempo son solo algunas de las fuentes generadoras de estrés identificadas por los estudiosos, como es el caso del doctor en Ciencias de la Educación Arturo Barraza Macías, autor del ensayo Estresores académicos y su relación con seis indicadores cuantitativos de la red de apoyo social.

Foto: Yogendra Singh / Unsplash

Enfrentar este enemigo, que no siempre identificamos como tal, demanda de estrategias y buenos hábitos. Al conversar con La Uni, Michel Goris, estudiante de Psicología Educativa de la Universidad Nacional Evangélica (UNEV), compartió sus técnicas para manejar el estrés durante períodos críticos. Para Goris, el uso de técnicas de respiración y pausas cortas son fundamentales.

«En momentos de alta presión, la respiración profunda y las pausas cortas son mi salvavidas», cuenta la futura profesional de la conducta. Además, destacó la importancia de asignar tiempo para el bienestar personal y académico, priorizando tareas y aprendiendo a establecer límites.

Mientras tanto, Grismeldy Soto, estudiante de Comunicación y Medios Digitales en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), enfatizó la importancia de la organización, el descanso adecuado y el apoyo emocional como pilares para gestionar el estrés.

«Para mantenerme enfocada y evitar el agotamiento, organizo mis tareas por día y hora. Además, sé lo crucial que es descansar adecuadamente para mantener mi bienestar emocional en equilibrio», agregó Grismeldy.

Impacto en la salud mental: El rol de la psicología universitaria

A pesar de los esfuerzos individuales, la presión académica puede tener un impacto significativo en la salud mental de los estudiantes. La psicóloga clínica Larimar Galán advirtió sobre los efectos adversos, desde la ansiedad hasta la depresión, destacando la necesidad de una atención específica y cuidadosa.

«El estrés prolongado puede tener un impacto muy negativo en la salud mental de los estudiantes universitarios», afirmó. Además, subrayó la relación directa entre el estado emocional y el rendimiento académico. «Se puede desarrollar depresión y se puede obtener un bajo rendimiento académico como consecuencia directa del estrés prolongado», expresó.

De su lado, Cristian de León, profesor de Ciencias Matemáticas, ofreció su visión sobre el estrés académico. Sugirió que las exigencias del currículum pueden ser adecuadas en su mayoría, pero reconoció que el estrés adicional puede surgir cuando los estudiantes perciben que lo que están aprendiendo carece de utilidad práctica. Propuso la integración al curriculum de herramientas de inteligencia altificial, como ChatGPT, para fomentar la aplicación práctica de los conocimientos adquiridos.

Además, De León destacó el papel esencial de los profesores como aliados en el proceso de aprendizaje, enfatizando la importancia de la empatía, la flexibilidad y el apoyo hacia los estudiantes. «Los profesores debemos presentarnos ante los estudiantes como seres humanos, no como jueces implacables que buscan calificar, sino como aliados en el proceso de aprendizaje», concluyó.

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En medio de este panorama, surge la necesidad de promover un enfoque holístico en la educación superior. Los profesores y administradores universitarios tienen un papel crucial en la creación de entornos que fomenten el bienestar emocional y el éxito académico. Desde la flexibilidad en las fechas de entrega hasta la promoción de una cultura de comunicación abierta, hay diversas iniciativas que pueden implementarse para apoyar a los estudiantes en su viaje universitario.

En cuanto al alumnado, según los testimonios recogidos, la organización del tiempo, el establecimiento de prioridades y evitar la acumulación de pendientes ayudan a reducir la presión. Esto se puede complementar con prácticas saludables, como hacer pausas adecuadas y procurar el equilibrio en sus actividades. En caso de perder el control, o estar a punto de hacerlo, buscar ayuda emocional y profesional.

Al reconocer y abordar las complejidades del estrés, podemos trabajar hacia un ambiente universitario más saludable y equilibrado, donde los estudiantes puedan prosperar no solo académicamente, sino también en el plano emocional.

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