SANTO DOMINGO (RD).-Alberto Benza, quien visita por primera vez la Feria del Libro de Santo Domingo, es un cultor del género de minificción, con cinco libros publicados, dos sobre la historia peruana, cuatro de microrrelatos y una antología erótica titulada “69”.
Para Benza el microrrelato debe ser como un nocaut, “que al final tiene que tener un golpe perfecto; debe ser conciso y breve”.
Con un microrrelato, dice, el escritor puede perder un tema para una gran historia, pero valora que con este recurso literario se puede tener la complicidad del lector.
Benza narra sus inicios en el género. Tenía 200 argumentos de novelas y en algún momento su editor le observó que era difícil publicar tantas novelas con esos argumentos.
Ya había descubierto el microrrelato en Argentina, por lo que decidió convertir sus 200 argumentos de posibles novelas en microrrelatos. Así, en 2011, publicó su primer libro “A la luz de la Luna”.
“En términos comerciales, este género crece, favorecido por una vida agitada, pues a lo mejor una persona no dispone del tiempo para leer una novela, pero sí un microrrelato; por eso, se ha adaptado muy bien a las redes sociales”, explica.
Añade que se nutre de la vida cotidiana para escribir. “Voy generando una historia para construirlo, tarea en la que hay que ser economista, no pasarte de palabras”.
Entiende que el cultor del microrrelato innova porque rompe todos los esquemas; se puede decir que es híbrido porque tiene fronteras con la poesía y el cuento. Otra observación suya es que un microrrelato no puede terminar en chiste, sino en ironía.
El autor peruano ha participado en congresos mundiales de minificción, donde se discuten las nuevas propuestas del género y se muestra todo en relación a las propuestas de micronovela y microteatro.
Entiende interesante que Cultura invirtiera recursos para que Lauro Zabala hiciera una compilación de microrrelatos en Santo Domingo. “Eso me parece importantísimo, porque estamos hablando de unos de los investigadores más importantes en el mundo”.
Benza visita por primera vez la Feria del Libro de Santo Domingo, donde ha puesto a circular dos obras y ha impartido dos charlas. Lo que más lo ha sorprendido ha sido la posibilidad de interacción que este espacio ofrece a los escritores con las personas que asisten.
Las obras presentadas en la FILSD 2016 por Benza son “Compilación de microrrelatos eróticos “69” y la micronovela “Sarah Ellen”. “La experiencia aquí es hermosa, donde se puede compartir con los asistentes”, subraya en una entrevista a Mi Cultura (El Feriero).
“Es una de las ferias donde uno puede estar directamente con el lector, que no se encuentra en otras ferias comerciales; aquí hay una retroalimentación directa con el lector; esta feria genera lectores de por vida, porque trabaja desde las bases, desde los niños”, relata.
Otra experiencia suya aquí es que ha podido hacer contacto con la literatura dominicana “y me propongo estudiarla a fondo”.
A Benza le ha llamado la atención la alta dosis de violencia que ha contactado en las novelas dominicanas que ha leído durante su estadía, un elemento que lo motiva a seguir leyendo otras obras para fines de estudio.
Valora el haber comprobado a jóvenes dominicanos talentosos que escriben; “la producción es importante y debe llegar a los editores para que traspasen las fronteras”.
Menciona entre ellos a Ivette Guzmán, Farit Rosario, Luis Reinaldo.
